El Perú vive su hora más dramática con el avance del CV 19, el multitudinario fracaso de nuestras autoridades es estrepitoso, donde la muerte se cierne día a día, aunada a la total destrucción de nuestra economía. Hoy me toca levantar la voz, haciéndole un llamado a nuestro Arzobispo Carlos Castillo Mattasoglio, Pastor de nuestra Iglesia, a quien le invoco gestionar ante el Ejecutivo, se permita la celebración de la Santa Misa.
A la fecha se cuentan con los protocolos sanitarios, de distanciamiento social e higiene; desde esta humilde tribuna le hacemos llegar este llamado, un verdadero clamor de sus fieles. Un pueblo creyente, el cual ha sido privado de todos los sacramentos; así como expresar mi mayor y más profunda tristeza, donde se ha prescindido de una Iglesia Católica; cuya organización sabe llegar a los más necesitados, donde la corrupción es la excepción y no la regla.
A nombre de esa multitud de creyentes, le hago este pedido extensivo a nuestro Señor Presidente Vizcarra, restituya usted de inmediato, lo que un pueblo creyente clama.
Hoy necesitamos de la oración, y la presencia de Cristo vivo en el altar. Estamos seguros que todos los protocolos exigidos, serán cumplidos a pies de juntillas; junto a las previsiones que tomará nuestra Iglesia, con la finalidad de preservar la salud de cada uno de sus fieles.
Es de conocimiento público, que las actividades comerciales, productivas y de recreación vienen siendo aperturadas; consideramos de necesidad la de incluir las Santas Misas; el Ministerio de la Eucaristía como alimento espiritual, del cual no podemos seguir prescindiendo, menos aun en tiempos de tribulaciones, donde la fidelidad de sus siervos, son puestas a prueba, así como el oro en el crisol ardiente.
A la espera que nuestro Señor Arzobispo haga suyo nuestro pedido, haciendo llegar la voz de una multitud de creyentes, que pide se respete el libre ejercicio de nuestra Fe; en momentos donde el Perú clama libertad, los creyentes no son la excepción.