Vizcarra quiere presuroso se instale el nuevo Congreso, necesita a gritos a quien confrontar, le es imperativo de grado fuerza tener a su nuevo costal de arena, mientras ello sucede el telón de la verdad se cierne vertiginosamente.
Vizcarra empieza a caer hecho pedazos como las Torres de Babel; el cojudeo no da para más; al Perú lo han estafado de la forma más vil e inimaginable, donde el Premier nos pide que hagamos a un lado el tema del gasoducto; él es quien firmó la autorización de la venta de la represa de Chaglla, para luego ser el mismo quien firme la orden, para que se le entregue a semejante organización criminal, la cantidad de 524 millones de soles.
Todo este road show a cambio de aportes de campaña, es decir casi nada de nada, mientras que los criminales se han forrado los bolsillos con groseras sobrevaloraciones, los verdaderos delincuentes son colaboradores eficaces, sean personas naturales o jurídicas; que tal yuca la que le han metido al Pueblo Peruano.
Mientras ello sucede Cecilia Valenzuela sale en una entrevista en RPP, en ella manifestó que el Perú debería de llegar a un acuerdo sobre el gasoducto, a cambio de recibir el 25%, ¿el otro 75% se lo lleva Odebrecht.?
Se pretende vender la idea de la necesidad de negociar con Odebrecht, para que Cofide recupere sus acreencias con la citada empresa.. El Gasoducto no se entrega ni se negocia, usar la pantomima de que están defendiendo los intereses del Estado Peruano a nombre de Cofide, es una concha acústica monumental.
Hay demasiadas variables que se han jugado mal, ex profesamente para beneficiar a Odebrecht en este arbitraje; en la realidad son dos que dan la friolera suma de 3,100 millones de dólares, esto no aguanta más.
Vizcarra con su Premier Zeballos sigue haciendo populismo puro, a la fecha estamos enfrascados en la mascarada de restringir la seguridad tanto al Congreso como al Ejecutivo, y demás estamentos del Estado Peruano; como si la raíz de la inseguridad ciudadana estuviese centrada, en propuestas de orden popular a cambio de ganar puntos en las encuestas.
La realidad es que Vizcarra no tiene ni la más somera idea de cómo solucionar el problema de la inseguridad ciudadana; no se trata de mayor cantidad de efectivos por cuadrante, se trata de ser eficaz al determinar las zonas de alta peligrosidad, con la finalidad de mostrar resultados certeros.
El eterno y constante divorcio, entre nuestras fuerzas del orden y un Poder Judicial que deja libre a los delincuentes; hace de todo este escenario un verdadero despelote, uno que no tiene solución, la magia no existe. Venimos de gobierno a gobierno hablando de los mismos temas, hay soluciones pero todo necesita inversión, preparación y tiempo; acá venimos girando en un círculo vicioso que se agrava año a año.
Nuestras FAA no son las llamadas a ejercer dicho control, están preparadas para funciones distintas; lo que sí es posible es crear unidades de policía militar, donde el entrenamiento y preparación pre existente será potencializado; solo así podría pensarse en hacer uso de nuestra FAA. Insisto las soluciones radicales, de la noche a la mañana no existen.
Este gobierno ha degenerado en uno de gánsteres, producto de la putrefacción del sistema, debe de ser fiscalizado con la finalidad de salvaguardar los intereses del Perú, donde los criminales más grandes de la historia se siguen levantando al Perú en peso; cual rescate de Atahualpa con su peso en oro, a manos de las Consorciadas y Club de la Construcción.
Ignoro cómo es que teniendo un contrato con cláusula anti corrupción, en el caso del gasoducto, se haya escogido un camino diferente, con la agravante de poder perder ambos arbitrajes.
El Ministro Zeballos ebrio de poder, a la larga las rejas estarán cercanas; ni que decir de nuestro actual jefe de gobierno Vizcarra, quien desconoce el artículo 110 de la Constitución: El Presidente de la República es el jefe de Estado y personifica a la nación.
Vizcarra nos quiere vender la autonomía de poderes en materia de asuntos de estado, donde miles de miles de millones de dólares, no pueden ser ajenos a la cabeza del Estado; caso contrario cada quien haría lo que le venga en gana.
Un ex procurador no apto y un par de fiscales cuyo accionar rozan la ilegalidad, ¿hasta cuándo nos seguirán agarrando de tarados? llego la hora de despertar o seguirán adormecidos por el populista más grande de la historia del Perú.
Saquen ustedes sus propias conclusiones, hasta la próxima.