Un proceder poco sabio por parte del Ministro de Economía Alfredo Thorne lo pone al mismo en la picota, sirios y troyanos piden su cabeza. El audio completo de Thorne con el Contralor de la República pone en evidencia una carencia de trajín político, no se puede ir a chantajear e intercambiar partidas de dinero a cambio de informes positivos que favorezcan el accionar del gobierno.
Lo cierto es que Thorne metió las cuatro patas y lo que es más grave usó el nombre del presidente como es conocimiento de todos, el hecho es que el encargo existió y aunque lo niegue su suerte corre rauda al cadalso, su renuncia o censura es cuestión de horas a lo sumo días.
En todo este escenario el Ministro del Interior Basombrío también está en la mira, confieso que en las actuales circunstancias es uno de los mejores ministros del interior que hemos tenido, en un ministerio considerado fusible, esperemos no se siga en esta acostumbrada vorágine de cambiar ministros a diestra y siniestra.
Es cierto se necesita fiscalizar, más lo que se evidencia por parte de PPK es la carencia de contar con una bancada sólida. Se observa un gobierno con una debilidad muy grande, uno anémico, uno donde el presidente pasa a ser un personaje decorativo, donde todas las fuerzas políticas se neutralizan unas a otras, unos por fiscalizar y otros por pelearse la torta y retorta de un pastel muy grande, con el consecuente perjuicio en la conducción del país; lo cierto es que la corrupción campea a diestra y siniestra.
Thorne debe dar un paso al costado, su error fue de principiante, el del Contralor en mi opinión sería delito, ambos se deben ir a su casa, esperemos esta crisis sea superada raudamente, el Perú se merece mucho más que este circo barato, uno que se gana la ovación de un pueblo adormecido, despierta peruano.
Saquen ustedes sus propias conclusiones, hasta la próxima.